Y aquí unos pocos espárragos, que aún no siendo especiales, si sirvieron para un primer revuelto gustoso.
Capi.
El placer de la mesa es para todas las edades, para todas las condiciones, para todos los países y para todos los días; puede asociarse a todos los demás placeres, y se queda el último para consolarnos de la pérdida de los otros. Bienvenidos todos. Jean Anthelme Brillant Savarin